05 diciembre 2019

Enferma en Francia

Pues por lo visto es tradición de mi persona visitar la sala de urgencias de un hospital en cada país en el que vivo. Estaba tardando en cumplirse, pero vengo a informaros de que ya ha pasado.

Me lo tomo con humor pero lo cierto es que el proceso no es nada gracioso. Desde que comencé a tener ansiedad hace 4 años, son ya varias las veces que me he enfrentado a esta situación. Aparece un dolor o sensación extraña y me obsesiono de tal manera con ello que se alarga semanas y hasta que no me hago todas las pruebas habidas y por haber, mi cerebro no me deja tranquila. De momento, y afortunadamente, nunca he sido ingresada por algo grave pero eso no quita que lo pase mal durante la experiencia.

Por ello vengo a deciros que los seguros médicos son un aspecto a tener muy en cuenta cuando viajamos o nos mudamos al extranjero, porque los sistemas médicos son diferentes entre países y a veces, muy caros. Especialmente para los españoles, que estamos acostumbrados a la sanidad pública (maravilla que espero que no cambie nunca).

En EEUU estuve ingresada unas horas, no llegó a la noche entera, y al salir por la puerta me cobraron 2700$. Una ecografía de tórax y un análisis de sangre me habían hecho. Me lo cubrió el seguro internacional que yo había contratado en España, y menos mal. En Bahamas no me pasaron la factura porque lo cubría la empresa directamente pero me ingresaron un día y me hicieron un TAC con contraste, así que seguro que supera la cantidad anterior.

Aquí en Francia la cosa funciona diferente porque la Seguridad Social te cubre una parte y si tienes un seguro, éste te cubre lo restante. Además los precios no son tan prohibitivos como los de la sanidad privada americana. En mi caso, fui a Urgencias y no me cobraron nada (aunque tampoco me hicieron ninguna prueba como tal), y me dieron la baja médica durante tres días. Eso sí, Raquel y yo estuvimos más de 6 horas en la sala de espera antes de que me atendiesen. HORRIBLE.

MEJOR AMIGA DE PARÍS 4EVER

El doctor me recomendó hacerme un TAC cerebral en los días siguientes. Costó un poco porque todos los centros a los que llamaba me daban cita para mediados de diciembre o principios de enero y yo no podía esperar, porque creía que me moría esa semana, no en enero, así que llamando a hospitales privados al final conseguí cita para el día siguiente. Esta vez no tuvimos que esperar nada y me dieron los resultados súper rápido, pero al salir tuve que pagar. La prueba eran 270€ pero la Seguridad Social me cubría la mitad, así que pagué la diferencia. Luego la factura se la envié a la aseguradora que tengo por parte de la empresa y se supone que algún día, espero que no muy lejano, me lo reembolsará.

No sé cuál hubiese sido la diferencia de precio de haber ido a un hospital público, me imagino que serán más baratos pero no lo sé con certeza y tampoco quiero tener que averiguarlo. Lo que sí sé es que me quedé mucho más tranquila porque finalmente resultó ser una inflamación leve y pude aprovechar la baja para recuperarme del todo. Ya han pasado varias semanas, que han estado llenas de cosas nuevas que estoy deseando contaros, pero por lo demás me encuentro genial y feliz de que ya huela a Navidad. Gracias por leerme un rato,


Estela.