05 diciembre 2019

Enferma en Francia

Pues por lo visto es tradición de mi persona visitar la sala de urgencias de un hospital en cada país en el que vivo. Estaba tardando en cumplirse, pero vengo a informaros de que ya ha pasado.

Me lo tomo con humor pero lo cierto es que el proceso no es nada gracioso. Desde que comencé a tener ansiedad hace 4 años, son ya varias las veces que me he enfrentado a esta situación. Aparece un dolor o sensación extraña y me obsesiono de tal manera con ello que se alarga semanas y hasta que no me hago todas las pruebas habidas y por haber, mi cerebro no me deja tranquila. De momento, y afortunadamente, nunca he sido ingresada por algo grave pero eso no quita que lo pase mal durante la experiencia.

Por ello vengo a deciros que los seguros médicos son un aspecto a tener muy en cuenta cuando viajamos o nos mudamos al extranjero, porque los sistemas médicos son diferentes entre países y a veces, muy caros. Especialmente para los españoles, que estamos acostumbrados a la sanidad pública (maravilla que espero que no cambie nunca).

En EEUU estuve ingresada unas horas, no llegó a la noche entera, y al salir por la puerta me cobraron 2700$. Una ecografía de tórax y un análisis de sangre me habían hecho. Me lo cubrió el seguro internacional que yo había contratado en España, y menos mal. En Bahamas no me pasaron la factura porque lo cubría la empresa directamente pero me ingresaron un día y me hicieron un TAC con contraste, así que seguro que supera la cantidad anterior.

Aquí en Francia la cosa funciona diferente porque la Seguridad Social te cubre una parte y si tienes un seguro, éste te cubre lo restante. Además los precios no son tan prohibitivos como los de la sanidad privada americana. En mi caso, fui a Urgencias y no me cobraron nada (aunque tampoco me hicieron ninguna prueba como tal), y me dieron la baja médica durante tres días. Eso sí, Raquel y yo estuvimos más de 6 horas en la sala de espera antes de que me atendiesen. HORRIBLE.

MEJOR AMIGA DE PARÍS 4EVER

El doctor me recomendó hacerme un TAC cerebral en los días siguientes. Costó un poco porque todos los centros a los que llamaba me daban cita para mediados de diciembre o principios de enero y yo no podía esperar, porque creía que me moría esa semana, no en enero, así que llamando a hospitales privados al final conseguí cita para el día siguiente. Esta vez no tuvimos que esperar nada y me dieron los resultados súper rápido, pero al salir tuve que pagar. La prueba eran 270€ pero la Seguridad Social me cubría la mitad, así que pagué la diferencia. Luego la factura se la envié a la aseguradora que tengo por parte de la empresa y se supone que algún día, espero que no muy lejano, me lo reembolsará.

No sé cuál hubiese sido la diferencia de precio de haber ido a un hospital público, me imagino que serán más baratos pero no lo sé con certeza y tampoco quiero tener que averiguarlo. Lo que sí sé es que me quedé mucho más tranquila porque finalmente resultó ser una inflamación leve y pude aprovechar la baja para recuperarme del todo. Ya han pasado varias semanas, que han estado llenas de cosas nuevas que estoy deseando contaros, pero por lo demás me encuentro genial y feliz de que ya huela a Navidad. Gracias por leerme un rato,


Estela.

20 noviembre 2019

Madrileños en París

Casi un mes después, como es ya habitual por estos lares, vengo a contaros la visita de mis amigos a París. Aún me parece increíble que después de tantos meses planeándola, haya pasado tan rápido. Pero lo cierto es que fue todo lo que esperaba y más, primeramente por lo feliz que me hizo el reencuentro y luego por lo bien que nos lo pasamos.

En el mismo día que fui a recoger a Sergio al aeropuerto, nos juntamos a cenar con Aitor y Cris, que habían llegado apenas el día anterior (también estaban Raquel y su novio, pero a ellos les veo más a menudo porque viven aquí). Dimos un paseo por “mis dominios” que viene a ser una zona de París en la que acabo siempre porque es céntrica, tiene restaurantes baratos y me pilla en línea directa de tren.

No pudimos alargarlo mucho porque Sergio y yo trabajábamos al día siguiente pero fue genial. Sobre todo volver a ver a mi mejor amigo, retomar bromas y vacilarnos mutuamente en persona como bien merecemos.

No fue hasta el viernes que volvimos a encontrarnos, esta vez para ir al Palacio de Versalles; excursión que yo tenía pendiente desde que llegué a Francia. Alquilamos un coche desde el Arco del Triunfo con una app, acción muy recomendable porque entre los cinco nos salió a 12€ por persona y tardamos poco más de media hora en llegar. Además fuimos en festivo, por lo que aparcamos gratis a dos calles de la entrada, todo bien.

VERSALLES

Lo que no salió tan bien fue la visita al Palacio. Los jardines son inmensos, mucho más de lo que yo había imaginado, no vimos ni la mitad así que me queda pendiente una segunda visita. Se accede a ellos de manera gratuita, excepto algunas partes que vienen incluídas con la entrada por 20€ al Palacio; entrada que nosotros pagamos pero no supimos aprovechar bien ya que entramos poco antes de que cerrasen y acabamos viéndolo todo rápido y a medias. Consejo que yo daría según mi experiencia: no paguéis por el Palacio o, si pagáis, vedlo antes de entrar a sus jardines.

Después del palacio y para no bajar el nivel decidimos que tocaba visitar un castillo, por lo que al día siguiente fuimos todos juntos a… adivinad… ¡¡DISNEY!! Y fue un día tan genial que no puedo evitar una sonrisa mientras escribo sobre él. Ya sabéis que es fácil que a mí me guste pasar mi tiempo en los parques, pero imaginaros si encima se lo estoy enseñando por primera vez a mis amigos. Disfrutamos como enanos, nos montamos en CASI todo y nos hicimos mil fotos con orejas.


ERA HALLOWEEN PERO OLÍA A NAVIDAD


AMISTAD TUENTI

Era la manera perfecta de despedirnos y yo creo que todos salimos con recuerdos felices, que es lo más bonito de todo esto. Sólo han pasado unas semanas y yo ya estoy deseando volver a reunirnos, sea donde sea, aunque parece que va a tocar esperar algunos meses para que eso ocurra. De momento, me despido hasta la próxima que no creo que tarde mucho en llegar porque tengo que contaros muchas cosas… Gracias por dedicarme un ratito,


Estela.

22 octubre 2019

Madrid me hace bien

Últimamente no paro. Es la primera vez que de verdad tengo excusa para no haber pasado por aquí, y es que el mes de octubre está siendo intensito.

Vengo a contaros una versión de mi vida mucho más positiva que la anterior. Lo primero y más importante es que me he acomodado a la caja. Sí, lo reconozco abiertamente, a mi gordo culo le encanta eso de estar sentado todo el día en un espacio con calefacción. Desde que empecé las formaciones, apenas he escaneado tickets y, por mucho que ser cajera de un parque de atracciones no sea mi vocación, lo cierto es que se vuelve cómodo. Además me ha dado la oportunidad de conocer más a gente del equipo que antes solo veía a la hora de fichar, por lo que la sensación de quedarme sola al irse mis compis de verano se ha acabado rápido.

A parte del trabajo, me he apuntado a unas clases de francés que ofrece un centro social de la zona a precio de ganga y eso me ocupa dos tardes a la semana. Estoy muy muy contenta de haberlas encontrado porque me permite desarrollar el idioma en un entorno lejos de Disney y practicar la escritura y la gramática, cosas que necesito mucho ya que hasta ahora estoy aprendiendo básicamente todo de oído.

Hace tres semanas estuvo por aquí una chica que conocí a través de Instagram hace sólo unos meses. Su novio y ella llevan el blog www.rumboadisneylandparis.com pero en esta ocasión venía sola a Disney así que me escribió y ya os digo que no me tuvo que rogar mucho para que me pasase tres días con ella por los parques disfrutando de la temporada de Halloween. Desde aquí todo mi agradecimiento a Instagram por darme la oportunidad de haber conocido a Macarena, porque me lo pasé genial y nos quedaron recuerdos (y fotos, muchas fotos) preciosos.

HALLOWEEN GOOFY

No había vuelto Macarena a España cuando me tocó a mí empezar mi propia maleta. Y es que hace menos de dos semanas ESTUVE EN MI CASA. Lo necesitaba tanto que no puedo explicarlo con palabras: abrazar a mi mamá, dormir en mi cama, desayunar con mis gatos robándome leche, cenar con mis amigos, ver al dueño del pájaro de mi novio, conducir… lo resumiré en que fui muy feliz. Eso sí, se me pasó volando el finde.

La vuelta fue dura, física y emocionalmente, pero la verdad es que me noté con la energía recargada y se me pasó enseguida al volver a estar rodeada de mi gente aquí. Además tenía un montón de cosas pendientes para la semana pasada y me mantuve ocupada, entre ellas ir al Consulado Español de París a solicitar el voto por correo. Me siento muy orgullosa de esto último porque es un paso muy adulto y extranjero que no había hecho nunca hasta ahora. Eso sí, la burocracia es un rollo.

THE REASON I LOVE HALLOWEEN

Esta semana también se me presenta llena de planes, a lo que le tengo que sumar las ganas de que llegue la siguiente porque… **redoble de tambores**... ¡¡mi mejor amigo viene a París de vacaciones!! Viene con su novia, que también es una buena amiga desde hace años, pero es que ADEMÁS mi propio novio llega el día de después. Y estaremos todos juntos, celebraremos Halloween, iremos a Disney y espero que a mil sitios más. Pero eso os lo tendré que contar en la próxima entrada. Hasta entonces, os deseo muchos caramelos sin azúcar.

Gracias por pasaros,


Estela.

23 septiembre 2019

Septiembre, vuelta al cole

No sabía si era más triste abandonar el blog ya del todo o intentar revivirlo, pero he optado por la segunda opción porque sé que me arrepentiré mucho si no lo intento.

He estado totalmente desaparecida casi dos meses por aquí porque, como siempre en mi vida, me puede la pereza. En mi defensa diré que la rutina se ha apoderado prácticamente de todo este tiempo y eso tampoco me ayuda mucho a querer escribir, porque tengo la sensación de no tener nada que contar.

Al principio todo era nuevo y emocionante, pero en verano estaba tan adaptada al trabajo y las situaciones que ocurren con los Guests día a día, que ya nada me parecía interesante. He tenido varias crisis de “¿qué narices hago yo aquí?” pero las iba superando al pensar en el final del verano, cuando vendrían formaciones nuevas y por lo tanto, una rutina de trabajo más variada.

El lado positivo de agosto fue que hacía buen tiempo y además mi novio pasó gran parte del mes aquí conmigo. Celebramos mi cumple en Disney, cenando con Mickey, y conocimos algunos pueblos de alrededor. Pero el trabajo me parecía cada vez más pesado y se suspendió el curso de francés por vacaciones, por lo que me sentía totalmente atascada en el idioma, después de meses utilizando siempre el mismo vocabulario.

28

Respecto a septiembre, reconozco que ha sido un mes interesante. Han cumplido con las formaciones que nos correspondían y ahora además de escanear los tickets en los tornos, puedo estar vendiéndolos en las taquillas o atendiendo en la ventanilla de Guest Relations a la entrada del parque. Todo esto ha dado un empujón importante a mi francés, además de volver a las clases, he estado aprendiendo vocabulario nuevo y tratando con situaciones diferentes a las que estaba acostumbrada hasta ahora.

Lo malo es que ninguno de los puestos a los que tengo acceso me ha encantado como yo esperaba. Estar en la caja está bien porque no tengo que pasar ocho horas de pie en el frío y me da más tiempo a interactuar con los Guests, pero es un trabajo muy repetitivo y mecánico en cuanto le coges el truco y además los procedimientos en las taquillas son muy limitados, así que si me viene gente con problemas de verdad, no puedo hacer más que derivarlos a Guest Relations. Allí también puedo trabajar yo; es el puesto que más me gusta y se asemeja a lo que yo hacía en DisneyWorld (salvando las distancias) pero está bastante reservado para la gente que lleva mucho tiempo trabajando aquí, así que me da la impresión de que no me pondrán mucho en él. Ojalá me equivoque.

Con el mes de septiembre, han llegado también muchas despedidas de toda la gente que había venido a trabajar para el verano. Así que por ese lado también estoy algo desanimada porque se ha ido mucha gente con la que me gustaba salir, ahora me siento más sola, lo que no quiere decir que no siga trabajando con personas muy guays y a las que quiero un montón.

MI TRÍO CALAVERA

Por toda esta mezcla de cosas y alguna que otra más, no me decidía a escribir en el blog para no sonar deprimente. Lo cierto es que no estoy mal, no quiero que penséis eso; yo voy al trabajo y me lo paso bien, me río un montón, voy a París una o dos veces por semana, tengo horarios muy decentes, gente con la que salir y me encanta vivir sola. De hecho, me he comprado un mini cactus que aún no tiene nombre y le canto todos los días para que crezca con espinas sanas y fuertes. Supongo que, simplemente, París no es el lugar para mí y no ha sido agradable ser consciente de ello. Ahora que lo tengo claro, voy a hacer todo lo que esté en mi mano para aprovechar mi tiempo aquí mientras preparo mi próxima aventura. Prometo manteneros informados, os interese o no.

Estela

09 agosto 2019

Los bañadores masculinos en Francia

Vuelven a pasar semanas enteras sin que yo escriba nada por aquí y no tengo excusa que valga, más allá de que me puede la pereza. Lo cierto es que, fuera de la rutina del trabajo, he hecho algunas cositas interesantes que os vengo a contar.

Lo primero es que he descubierto un pueblo cercano que me gusta mucho, se llama Vincennes y tiene un castillo donde vivió Carlos V que se puede visitar casi gratis —hay que pagar para subir a la torre alta y para entrar en la capilla —. Fui con Rak hace un par de semanas a cazar Pokemons (y hacer turismo, obviamente) y me encantó el sitio, no es una ciudad como París pero tampoco es un pueblo sin nada que hacer como Bailly (donde vivo yo), tiene un montón de parques y de restaurantes. De hecho, me gustó tanto que el otro día me llevé a Sergio para convencerle de buscar casa allí.

Otra cosa que vengo a contaros es que hice mi primer apéro francés, que yo no tenía ni idea de lo que era pero ahora lo sé y tiene gracia el concepto porque básicamente es hacer un “aperitivo” con los amigos. Los franceses quedan en un sitio, cada uno aporta algo de comida y así pasan la tarde-noche juntos y cenan. Nosotros quedamos a la orilla del Sena, cerca de Notre-Dame, y había un montón de ambiente con gente tocando música y bailando. Vamos, que no habré hecho yo apéros en el Retiro con mis amigos toda la vida sin saberlo, lo que pasa es que en España lo llamamos picnic o “que cada uno se lleve lo que sea y ya vemos”.

ORILLAS DEL SENA

El fin de semana siguiente no tenía plan ninguno y hacía un calor de muerte así que decidí buscarme una piscina y aventurarme a encontrarla. Y eso hice, lo peor fue que estaba llena de familias con niños pequeños pero bueno, me puse en una esquina a leer y me remojaba de vez en cuando para no morir de calor. De esta piscina aprendí algo muy curioso sobre los franceses: el bañador masculino debe ser un slip. No valen bañadores tipo pantalón, no, tiene que ser cortos y ajustados. Según el socorrista, por higiene y seguridad. Así que ya sabéis, si queréis bañaros en las piscinas públicas francesas, tenéis que marcar paquete.

El lunes pasado me animé a ir al Karaoke con unos amigos. Hasta ahora no había ido nunca porque los martes trabajo y yo soy una señora que necesita dormir para funcionar, pero el otro día me apetecía ir para hacer algo diferente y la verdad es que está muy bien. Es un Karaoke que hacen todos los lunes en el Sports Bar del Disney Village, junto a los parques, pero con acceso gratuito. Me llamó la atención que no es en el interior del bar, si no fuera en una pantalla gigante por lo que se ve muy bien y hay espacio para bailar. Seguramente repetiré, pero de vez en cuando, que ya os he dicho que los martes madrugo…

Luego Sergio pasó unos días por aquí la semana pasada y, como siempre, nos lo pasamos muy bien; paseamos por El Barrio Latino de París, conocimos Vincennes un poco mejor y también fuimos a ver El Rey León, de esto último prefiero no hablar porque menuda decepción más grande ¿qué estás haciendo Disney con tus clásicos? ¿Y POR QUÉ?

Esta semanita está haciendo calor y hay mucha gente en los parques, así que estoy aprovechando las tardes para poner un poco de orden en casa que ya va haciendo falta. Espero volver pronto por aquí, que tengo pensados unos temas de los que me gustaría hablar ahora que ya controlo mejor cómo funcionan las cosas en DLP. Hasta entonces y gracias por leerme,


Estela.

18 julio 2019

Festival du Roi Lion

HE APROBADO. Por fin, después de 10 años en la Universidad, soy doblegraduada en Historia y Periodismo. Aunque ninguna de las carreras son mi vocación, estoy muy contenta de haber cerrado la etapa y, aunque el camino ha sido duro, no me arrepiento de nada porque es gracias a la URJC y su programa A Magical Opportunity que estoy aquí ahora mismo, escribiendo este blog desde París.

La semana después de estar en España no se hizo demasiado dura y además tuve planes interesante en mis días libres. Hice una pequeña ruta en bici con Alejandro para descubrir el Lidl más cercano. Parece pequeña cosa, pero oye, qué gusto da comprar en un sitio que no es el Auchan (el Alcampo de dos plantas gigante al que suelo ir y que me agobia muchísimo con tanto producto diferente).

Esa misma tarde fui con la gente del trabajo a unos Laser Games, era la primera vez que probaba un juego de este tipo y me gustó muchísimo. Eso sí, agotador, y quedó demostrado que tengo una puntería pésima pero estoy deseando repetir experiencia. Escape Rooms y Laser Games, recomendaciones 5 estrellas de Estela.

La semana siguiente se me hizo un poco más larga porque estaba deseando que llegase el fin de semana para que Sergio aterrizase en París de nuevo. Y como siempre, la espera mereció la pena porque pasamos unos días suuuuuper guays.

El jueves estuvimos en el parque Disneyland para vivir la temporada de verano del Rey León. Madre mía, qué bien todo. Hay una cabalgata nueva al aire libre con música en directo, con representaciones de diferentes culturas de África y Asia. No puedo describir con palabras lo grandiosa que me parece; cuando Goofy entra en escena desde el castillo seguido por un séquito de tambores y bailarinas, os juro que grité de emoción. La he visto ya tres veces, y las que quedan...

NALA Y SIMBA

También hay un show musical en el interior del Frontierland Theatre. Se llama Le Roi Lion et les Rythmes de la Terre, y yo tenía muchas ganas de verlo pero imaginando que sería más o menos lo mismo de siempre: una representación con las canciones de la película tipo el espectáculo que tenemos en Gran Vía pero más corto. Bueno, PUES NO. Es otra maravilla pura que si tenéis la oportunidad deberíais venir a verlo porque por mucho que os cuente, no puedo transmitiros lo guay que es. Las canciones son las clásicas pero con estilos diferentes, cada una con un tipo de baile y un montón de elementos visuales en el escenario. Nada que pueda decir le hace justicia, en serio, me sorprendió muchísimo y merece la pena la hora y pico que hay que esperar de cola para verlo.

Creo que ya está bien por hoy con la publicidad gratuita que le hago a mi empresa, pero todos sabéis que lo recomiendo porque lo disfruto de verdad y no porque trabaje aquí. De hecho, esa es la razón por la que estoy aquí, porque lo disfruto día a día.

RAK Y YO NO CAZANDO MEWTWOS

Pero bueno, no todo fue Disney. El resto de los días tuvimos tiempo de acercarnos a París a conocer el cementerio Père Lachaise para ver las tumbas de figuras célebres como Oscar Wilde o Molière, cazar Pokémons en la Torre Eiffel, hacer un picnic… Y como todo lo bueno se acaba, llegó el lunes y mi novio se volvió a casa, eso sí, ya con el próximo billete comprado.

Yo he seguido aquí con la rutina Disney hasta hoy, que por fin me ha tocado descansar como es debido después de todo lo que he andado (y usado mi bici) todos estos días. Muchas gracias por leerme,

Estela,
Periodista e historiadora.

01 julio 2019

Casita

La Fiesta de la Música fue una experiencia muy interesante de ver; las calles llenas de gente, canciones sonando por todas partes, bebida a menos de 8€… incluso entramos a un concierto dentro de una iglesia. Lo malo fue, como siempre, el transporte. Había muchísima gente y, aunque alargaron los horarios de funcionamiento, los trenes iban lentísimos. Literalmente pasamos más tiempo de trayecto entre ida y vuelta que el que estuvimos en París, pero bueno, eso me pasa a mí por ser pobre y vivir en las afueras, supongo.

El finde después del trabajo aproveché a estar en los parque con mi amiga Ana, que estaba de visita, y me enseñó cosas muy mágicas que yo no sabía. De hecho, eso es lo que ella hace, es mi Pepito Grillo de Disneyland París. Sus conocimientos se suman al hecho de que yo no me entero de nada en general (mi francés avanza lentamente, lo reconozco) y acaba resolviéndome la vida en multitud de ocasiones ya sea en backstage o desde el aeropuerto cuando no encuentro la parada de autobús. Desde aquí le agradezco una vez más toda la paciencia y ayuda que me está prestando estos últimos meses, porque soy MUY PESADA.

El lunes y el martes París se vio azotada por la ola de calor, al igual que el resto de Europa, así que se resumen en días de sudor y ganas de morir en el trabajo. Además el martes hice el intento de ir a un parque acuático cercano con mi amiga Paula, pero el experimento salió tan mal que se convirtió en un viaje de una hora en autobús para acabar hinchándonos a sushi y fideos chinos: la comida estaba buenísima y el restaurante tenía aire acondicionado así que fuimos felices igual.

Y por fin llegó mi ansiado miércoles, cuando al salir del trabajo me dirigí al aeropuerto para volar a casita. Y QUÉ BIEN TODO. Qué bien mi mamá, mi papá, mis hermanos, mi gata, mi gato, mi cama, mi piscina… qué bonito estar en casa aunque fuese sólo un día. De verdad, me ha sentado tan bien salir de aquí por unos días y sentir que estoy al lado, que puedo ir cuando quiera; esto no pasaba en Florida.

HOME SWEET HOME

El jueves era el gran día porque presentaba los TFGs en la universidad. Fue largo y durísimo porque tuve que recorrerme Vicálvaro y Fuenlabrada con unas 5 horas de espera entre ambos, menos mal que el señor Aitor (aka BFF) estuvo a mi lado en todo momento y lo hizo mucho más ameno. Cuando se publiquen las notas sabremos si todo este esfuerzo ha merecido la pena, y ojalá que sea sí.

Como este viaje era cortito pero intenso, el viernes me tocó volver a París después unas pocas - muy muy pocas - horas en casa de Sergio. Pero esto no me pone triste del todo porque va a venir de visita la semana que viene y ya tenemos un montón de planes guays.

Estos días ya estoy de vuelta en la rutina pero con las pilas mucho más cargadas después de la visita a casa. Bueno, y después de ver la maravilla que han hecho en Toy Story 4, que por fin se estrenó en Francia y he podido verla y madre mía, pensaba que iba a ser terrible pero es que me ha encantado, está tan bien hecha ylahistoriaesincreíbleyllorétantoBoeslamejor y recomiendo muchísimo verla. Ya está, lo he dicho. Lo siento. Gracias por llegar hasta aquí,

Estela.

21 junio 2019

La fête de la musique

Hoy empieza el verano y Francia lo celebra con la Fête de la Musique, además llega con un tiempo estupendo y eso a mí me pone de muy buen humor.

Esta semana está siendo genial; el trabajo ha estado relajado, he tenido buenos horarios, las clases han sido muy divertidas, me han llegado auto-regalitos que pedí por internet, he comprado una bici y LA HE USADO, el clima está mejorando por lo que ya no necesito llevar bufanda todo el día… magnifique!

Aunque hubo un poco de estrés con las fechas de defensa de mis TFGs, por fin se ha arreglado todo y ya tengo mis vuelos a Madrid. El miércoles parto para casita, con mi familia y mis gatos, y vuelvo a París el viernes. Es muy poquito tiempo pero estoy agradecida de que las fechas hayan podido cuadrar tan bien y, si todo va bien y apruebo ¡¡de aquí a una semana estaré graduada!!

Además tengo ganas también de pasar por casa aunque sea tan poco tiempo para ver a mi mami, a los amigues que quieran venir animarme en la defensa del TFG y a mi señor novio que estuvo hace nada aquí pero eso no quita que le eche de menos cada día. Aún así espero poder volver pronto con algo más de tiempo y sin obligaciones estudiantiles.

Un pequeño detalle que ha empañado esta semana es que uno de los chicos que empezó el Programa con nosotros se ha ido, ha vuelto a Italia por razones personales. Es bastante normal que de un grupo tan grande la gente se vaya cayendo poco a poco a lo largo del año, ni siquiera yo misma estoy segura de querer completar el contrato, pero eso no quita que dé pena despedirse, especialmente de la gente que ha formado parte de tu grupo desde el principio.


El resto fuimos ayer a los parques a pasar la tarde y fue genial. La temporada de Marvel ha terminado en el parque Walt Disney Studios dando paso a Toy Story Playdays, porque la semana que viene se estrena la película de Toy Story 4 y eso hay que celebrarlo por todo lo alto. Han hecho una aplicación para el móvil que descargué ayer y consiste en buscar las partes de Fourchette por el parque, es bastante simple, con preguntas y puzzles de la película (no te regalan nada al pasártela como yo creía) pero está entretenida, sobre todo la parte final en la que tienes que hacer fotos a los objetos que te piden.

FOURCHETTE

Además di la bienvenida a mi familia de peluches a una nueva integrante muy especial: Vanellope!! Que se lo pasó estupendamente montando en todas las atracciones y aquí os traigo las pruebas.

PRIMER VAGÓN EN BTM

VANELLOPE EN DISNEYLAND 

Ahora en un rato saldré para París a vivir la fiesta de la música y dar la bienvenida al verano como se merece, volveré pronto para contároslo todo. Hasta entonces y como siempre, gracias por leerme,


Estela.

14 junio 2019

Cosas bonitas

Me alegro de poder pasar por aquí a dar buenas noticias, porque menudo primer mes más intenso hemos tenido.

Lo primero y más importante para mí es que, después de muchas quejas a RRHH e incertidumbres, finalmente he empezado las clases de francés. Desde que recibí el primer email con el contrato y la información del mismo, todavía en España, he estado en una lucha constante para que el curso de idiomas fuese en francés (que es lo que me dijeron en la entrevista y lo que tenía más sentido ya que ya hablo inglés). El martes al llegar a clase de inglés, había dos profesoras esperando y nos comunicaron que habían conseguido una sala para las tres personas que queríamos dar francés. Me puse contentísima y todavía lo estoy, porque mi objetivo al mudarme a Francia era aprender el idioma aprovechando la oportunidad que Disney me ofrecía y hasta ahora me había decepcionado mucho en este aspecto. Ahora ya no me puedo quejar ¡y prometo esforzarme al máximo!

Lo segundo que vengo a contaros es que mis dos Trabajos de Fin de Carrera han sido aceptados por la universidad así que si todo va bien (aún queda cuadrar las fechas para defenderlos) estaré graduada a finales de mes.

En tercer lugar, por fin me han arreglado la cocina y el lavabo, que llevaban sin funcionar desde que me mudé. Pueden parecer pequeños detalles pero cuando pagas 500€ por 18 metros, te gusta que las pocas cosas que incluye al menos funcionen.

Lo último y más bonito de todo, es que ya he cumplido un mes en DLP y por lo tanto puedo meter invitados al parque. Este fin de semana tuve al mejor de todos aquí conmigo, fue su primera vez en Disney y nos lo pasamos tan bien que no puedo explicarlo con palabras. Y eso que nos llovió de lo lindo, cerraron Indiana Jones en nuestras narices, nos sacaron de Phantom Manor andando porque se estropeó a la mitad, acortaron la cabalgata y cancelaron los fuegos artificiales.

SERGIO EN DISNEYLAND

De hecho, si yo fuese un Guest que ha pagado por entrar y me pasa todo eso, hubiese ido a quejarme seguro. Pero afortunadamente no lo soy y, a pesar de todos los contratiempos, fue uno de los mejores días de mi vida. Montamos en todas las atracciones que quisimos sin esperar cola (es lo bueno de la lluvia, que no hay gente), visitamos a Mickey, cenamos de lujo y nos hicimos muchas fotos bonitas. Lo mejor de todo es que podemos volver cuando queramos y hacer todo lo que nos quedó por hacer. Bueno, y mucho más porque ahora en julio llega el Festival del Rey León, que ya os contaré de qué va cuando me entere.

HEY MICKEY!

Muchísimas gracias a Sergio por emplear su tiempo y dinero en volar a París cada vez que puede para estar conmigo y a vosotros por pasaros por aquí, como siempre. Os echo de menos,


Estela.

31 mayo 2019

Comienzan las clases


Estos días he estado centrada en la entrega de mis TFGs así que no he tenido mucho tiempo de escribir. Pero si soy sincera tampoco tenía ganas porque últimamente parece que no hay muchas cosas buenas que contar, y tampoco me gustaría venir aquí sólo a quejarme.

La semana pasada tuve un horario de cierre, como os comenté, por lo que estuve bastante confinada al trabajo-casa-trabajo durante seis días seguidos, no salí en toda la semana y estaba de bastante mal humor. El fin de semana la cosa mejoró, aproveché el viernes para descansar y hacer Skype con varias personas a las que echo de menos y el sábado fui a París con Raquel, llovió pero menos la que primera vez y me llevó a ver la iglesia de Montmartre. Hay que subir muchas escaleras pero también hay un funicular mágico que te lleva hasta arriba. Lo mejor de todo es si sabes de su existencia ANTES de subir, yo ahora lo sé.

También pasamos por el Moulin Rouge, al que nos gustaría ir algún día para ver el espectáculo. Algún día cuando seamos ricas, eso sí.

MOULIN ROUGE

El domingo me tocó volver al trabajo, pero con la mentalidad de que eran sólo cuatro días esta vez y además en horario de mañana. El problema de esta semana llegó el lunes, os voy a contar por qué.
El contrato que yo he venido a hacer en Francia es lo que aquí llaman un Contract Pro. Es para gente que venimos a aprender, además de trabajar. En este caso, Disney ofrece un año de trabajo en los parques más dos cursos: un curso de idioma y otro de Guía turístico. De las 35 horas semanales que trabajo, 5 son de dichos cursos, y al final del contrato nos darían dos diplomas. Pues el lunes fue el primer día de clases, donde nos explicaron de qué va la movida.

El curso de Guía turístico me parece bien, no me va la vida en ello tampoco, pero puede ser interesante tenerlo en el currículum y además el trabajo final es crear nuestro propio recorrido por el parque para presentarlo ante un jurado. Me parece curioso. Es el curso de idioma el que me ha descolocado porque … redoble de tambores … es en inglés. Sí, señoras, después de dos años viviendo en EEUU vengo a París a aprender francés y me dicen que me van a enseñar inglés. En el examen de nivel saqué un 94/100 y me dijo la profesora que a mí no me hacían falta esas clases. Le dije: “Ya, mujer, ya, es que a mí en la entrevista me dijeron que tendría clases de francés”. Una entrevista que hice en inglés, además. Conclusión, nadie entiende nada, pero no hay clases de francés en las que meterme así que nos quedamos como estamos.

Afortunadamente, estoy rodeada de gente maravillosa que me está ayudando un montón e incluso se ha ofrecido a dejarme sus libros de gramática y darme clases si lo necesito. Además, al tener las tardes libres he estado yendo a los parques, al cine (otro día hablamos de lo maravillosa que es la nueva película de Aladdín, por favor), a cenar… y he podido disfrutar, que es lo que he venido a hacer aquí.

Espero tener cosas más bonitas que contar la próxima vez. Gracias por leerme,


Estela.

20 mayo 2019

La Torre Eiffel se puso morada

El miércoles os dejé porque estaba mi novio de camino a París y ahora, aunque parezca increíble, ya ha pasado el fin de semana y ha vuelto a Madrid. Lo cierto es que han sido unos días maravillosos y estoy deseando que vuelva, esto de tener una relación a distancia no es mi cosa favorita.

El jueves nos levantamos con tranquilidad y fuimos juntos a descubrir mi barrio. Me gusta porque es una zona tranquila pero tengo al lado de casa cosas necesarias como un Carrefour, una farmacia, una panadería y un bazar. Según Google Maps también hay un gimnasio al que pensaba pasarme para preguntar precios pero no logramos encontrarlo así que voy a tomarlo como una señal del destino y tampoco voy a buscarlo mucho más.

Después salimos hacia el tren para ir a París. La parada de Disneyland es la última de la línea roja de metro, que atraviesa todo el centro de la ciudad así que es perfecta para hacer turismo. Yo ya tenía el abono mensual, pero Sergio se tuvo que coger un billete para los tres días que iba a estar. Aquí descubrimos cosas importantes: el billete de dos o tres días que te da acceso a todos los trenes y autobuses de París es muy caro (los tres días salieron a más de 50€) pero existe una opción mejor, más fácil y económica. Es posible comprar una tarjeta Navigo por 5€ y recargarla mucho más barato (una semana entera a unos 20€), un detalle es que necesita foto de carnet para usarse.

En unos 40 minutos estábamos en el centro de París y nos dedicamos a recorrerla sin itinerario marcado. Nuestro objetivo era disfrutar la ciudad, comer crêpes de Nutella y estar a las 10 de la noche en la Torre Eiffel. Además, aunque suene a mentira, el tiempo nos acompañó y todo el día hizo sol así que esta vez no fue necesario refugiarse en IKEA. A las nueve y media estábamos ya sentados frente a la torre, que cumplía 130 años, y para celebrarlo hicieron un espectáculo de luces y sonido. Fue precioso, nos lo pasamos genial y os dejo algunas fotos de los colores que más me gustaron.

ROSA

MORADO (el mejor color) 

AZUL

Al día siguiente probamos suerte en Disney pero no pudimos entrar porque, como yo me temía, Recursos Humanos aún no ha procesado mis contratos y no tengo acceso al parque para mis acompañantes. Espero que lo resuelvan esta semana o la siguiente, porque el asunto ya es de locos. Aprovechamos para pasear Disney Village, que es de entrada libre, y nos pasamos horas en las tiendas abrazando peluches (esto lo hice más bien yo sola) y viendo merchandise con precios por encima de nuestras posibilidades.

El sábado fue el día más triste porque yo trabajaba por la tarde y tuve que dejar a Sergio volverse solito a París, a esperar que saliese su vuelo. Trabajé por primera vez en turno de cierre y además sin ninguna gana, pero bueno, he vuelto a entrar en la rutina estos días. El turno de noche tiene sus ventajas y es que no entra tantísima gente como por la mañana y además la última hora la dedicamos a decir adiós a las miles de personas que salen, lo cual es bastante más llevadero que verlos entrar.

Lo malo es que, con este turno, mi vida se reduce a trabajo-casa-trabajo porque salgo tarde, llego a casa a dormir, me levanto tarde y en lo que me ducho, hago la comida y poco más, estoy ya cogiendo el bus de vuelta al curro. Aunque bueno, hoy me ha dado tiempo a pasarme por aquí, así que tan malo no es.

Gracias por leerme una vez más,

Estela.

15 mayo 2019

El IKEA de París

El viernes pasado me fui a París, como os dije, y me hizo mucha ilusión ver a mi amiga Raquel que está viviendo aquí desde hace ya unos meses. Lo malo fue que llovió (como siempre) y no pude ver mucho la ciudad en sí, paseamos por el Sena y los jardines del Louvre, pero luego acabamos metidas en IKEA para evitar la lluvia y de paso porque me venía genial para completar el menaje del apartamento. Una experiencia malísima por cierto, porque es una tienda súper pequeña, no está ordenada por departamentos y además estaba llenísima hasta los topes (casi tres cuartos de hora en la cola) así que no os la recomiendo para nada. Si vais a París, visitad cosas que no sean su tienda de IKEA. 

El tren de Disneyland va directo al centro de París, tarda unos 40 minutos. Entra en el abono mensual que utilizo para el transporte, así que tengo la oportunidad de ir cuando quiera. Probablemente mañana o pasado me pasaré porque es el aniversario de la Torre Eiffel y hay espectáculos programados, pero os cuento cuando sepa más y mejor.

PARÍS

No he escrito mucho estos días porque lo cierto es que no ha pasado nada destacable. He estado trabajando desde el sábado y luego siempre tenía algo que hacer: ir al banco, a la compra... como una señora de la casa que soy ahora.

Las novedades son que ya tengo ID nuevo; el que se cayó dentro de la máquina de seguridad por lo visto se va a quedar ahí por mucho tiempo. En el trabajo ya me voy sintiendo más cómoda, hoy uno de los coordinadores me ha comentado que los managers han estado hablando de que se nota que me esfuerzo por mejorar el idioma. Es bueno que lo vean porque es verdad.

Ayer al salir del trabajo quedé con un par de amigas en el parque. Estaba súper cansada pero salir a las 15:30 de trabajar y encerrarme en casa me parece un crimen, y menos mal que no lo hice. Me lo pasé genial, montando en atracciones sin esperar cola y comiendo helado tan grandes como mi cabeza (os juro que hablo de forma literal).

Lo mejor de todo fue cuando estábamos saliendo de la Mansión Encantada y mientras pasaba el barco por el lago que está al lado, empieza a pitar sin parar. Resulta que el capitán nos estaba invitando a subir. Fue increíblemente genial, nos dejaron pasar al barco sin esperar y subir arriba del todo, con el chico que lo conducía. Pudimos ver todo el recorrido desde ahí y, para acabar, más helados. Fue un Magical Moment muy muy divertido.

CAPITANA ESTELA

Me fui a casa agotada y gorda, pero feliz de la vida. Y eso que hoy ha tocado un madrugón de los buenos, pero ha dolido poquito porque es mi viernes y además me espera un finde con la mejor compañía del mundo mundial: mi novio está en un avión de camino a París en este mismo momento. 

Me he pasado la tarde recogiendo el apartamento para que no pueda venir aquí a contaros que vivo en el desastre y en un ratillo saldré de camino a recogerle. No sabemos si va a ser posible visitar Disney porque no me dan entradas gratis hasta que llevo cierto tiempo trabajando en la empresa, aunque me encantaría llevarle porque nunca ha estado... pero bueno, si no se puede, nos iremos de turismo a París aprovechando que no llueve estos días y así os puedo enseñar fotos decentes de la ciudad. Prometo no entrar a IKEA.

Gracias por pasar por aquí,

Estela.