Ya iba siendo hora de venir a cerrar este blog. Trabajar en Disneyland París ha sido toda una experiencia que me ha ofrecido la oportunidad de conocer gente genial, vivir en un país nuevo, compartir piso con mi pareja por primera vez y, lo más importante, aprender un idioma que me permite seguir desarrollándome profesional y personalmente.
No es comparable a lo que viví en Florida, eso también tengo que reconocerlo, pero sí más accesible en caso de que me apeteciera volver en un futuro. Por ahora creo que es un buen momento para decir adiós a Disney, aunque algo me dice que esta empresa y yo volveremos a encontrarnos porque, para bien o para mal, ya forma parte de mí y yo de ella.
El 1 de septiembre empecé una vida completamente distinta a la que he llevado hasta ahora y para no dejar de daros el coñazo, he abierto un blog nuevo en el que os cuento casi todo y os lo dejo por aquí:
Gracias por haber seguido mi estancia en París y ojalá sigamos encontrándonos en muchas nuevas aventuras. Un besazo a ti que me lees y, como diría el jefe, SEE YA REAL SOON!
Estela.
